Ginebra, 21 mar (EFE).- Unos 1.400 niños menores de cinco años mueren en el mundo a diario víctimas de enfermedades diarreicas relacionadas con la falta de acceso a agua potable, saneamiento adecuado e higiene, según datos de Unicef.
Unas 768 millones de personas no tienen acceso al agua potable, indicó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra este sábado.
En su mayoría, estas personas viven en la pobreza, en zonas rurales apartadas o en barrios urbanos marginales.
Unicef señaló que las mujeres y las niñas son las que más sufren las consecuencias de la falta de agua potable porque sobre ellas recae el 71 % de la carga que representa la recogida de agua para el consumo.
Según la agencia de la ONU, dos terceras partes de las millones de personas que no cuentan con fuentes de agua potable en el mundo se concentran en diez países: China (108), India (99), Nigeria (63), Etiopía (43), Indonesia (39), República Democrática del Congo (37), Bangladesh (26), República Unida de Tanzania (22), Kenia (16) y Pakistán (16).
Esta semana Unicef inauguró una campaña mundial en las redes sociales para conseguir llevar agua potable y saneamiento a todas las personas que todavía carecen de estos servicios de primera necesidad.