¿Qué nos depara el futuro?

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Melba Muñoz Rojas

Periodista articulista

melbamr@hotmail.com

El Diario

Sábado 27 Abril 2013 | 00:00

Se dice que los seres humanos tenemos todavía el control de las cosas porque podemos detener a las máquinas cuando queramos.

En muchos casos esto es cier    En muchos casos esto es ciertamente verdad, aunque en términos prácticos esto ya no es real en muchas situaciones. Por ejemplo, ¿podríamos en realidad desconectar el Internet ahora si lo quisiéramos todos? Ciertamente, a medida que progresamos, la posibilidad de que los seres humanos puedan desconectar las máquinas está quedando fuera de los sistemas. Las máquinas, en muchas ocasiones, están mejor equipadas para decidir si conviene que sean desconectadas o no. Los seres humanos pueden caer en errores ridículos. A menudo, operaciones exitosas dependen de que las máquinas no sean controladas en exceso ni desconectadas.

¿Está la situación llegando a ser peligrosa? ¿Podemos mirar hacia el futuro en el que las máquinas sean, a su propia manera, muy inteligentes? ¿Podrían llegar a ser más inteligentes que los seres humanos? Este es un interrogante complejo. En diversas formas sabemos que las máquinas pueden ser ya más inteligentes que los seres humanos y que también pueden superarlos en sus ejecuciones.

Si las máquinas en el futuro son más inteligentes que los seres humanos, y no las podemos desconectar, lo que quiere decir que no las podremos controlar, ¿qué clase de mundo podemos esperar? La poderosa posición ocupada por los seres humanos, porque somos tan inteligentes, será delegada a las máquinas. Las máquinas asumirán nuestra posición. Los valores en la Tierra serán los valores de las máquinas. Lo bueno y lo malo será definido en base a cómo se aplicará a las máquinas y no a los humanos. La vida y la muerte de las máquinas será lo que importe, la vida y la muerte de los seres humanos no lo será.

Es difícil para nosotros, los seres humanos, imaginarnos viviendo en un mundo en el que no seamos los más inteligentes, ni los seres más poderosos. Quizás tratar de imaginar la vida como esclavos humanos sea un buen comienzo. La búsqueda continua de progreso tecnológico para hacer máquinas más inteligentes, parece estar motivada por la necesidad de competir, dominar y derrotar a otros seres humanos. Haciéndolo así, crearemos una máquina monstruo de Krankenstein, que pudiera revelarse contra su creador.