(SERP'RES).- El conductor de un microbús de transporte público salvó su vida de milagro cuando un vehículo del Sistema Integrado de Bogotá arrolló su carro después de causar la muerte de dos personas. Y ahora, no solo nadie le responde por las pérdidas económicas que sufrió sino que la administración distrital le está cobrando los impuestos de rodamiento de la chatarra que quedó después del accidente. Qué Tal Esto.
El pasado 10 de julio la vida de Guillermo Florian, de profesión conductor, cambió en cuestión de segundos… Era medio día, “yo iba a comenzar a subir; no podía coger el carril central porque había carros por ambos lados cuadrados y me tocaba meterme para poder volver a coger el carril central porque estaban por acá cuadrados y por acá y no me podía salir”.
Guillermo logró tomar la calle 91 sur, en la localidad de Usme, pero ya era demasiado tarde… 200 metros calle arriba, el bus del Sistema Integrado de Transporte de la empresa Consorcio Express de placa VEP 563 bajaba sin frenos a gran velocidad.
Primero envistió un vehículo rojo, le quitó la vida instantáneamente al conductor y luego el turno fue para el microbús que Guillermo conducía desde hacía 4 años.
El impacto acabó con la vida de una pasajera que estaba sentada justo detrás de él, mientras Guillermo quedó inconsciente.
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