miércoles, 11 de abril de 2012

Manta: testimonio sobrevivientes: “Dos olas gigantes nos golpearon”

Instantes en que Enrique Intriago, capitán del barco, llegaba a la clínica del Sol, en Manta. Foto: Marcos Pin |  El Telégrafo

Instantes en que Enrique Intriago, capitán del barco, llegaba a la clínica del Sol, en Manta. Foto: Marcos Pin | El Telégrafo
Tres sobrevivientes relataron los momentos de angustia que vivieron cuando una marejada volteó el barco en el que viajaban 19 tripulantes de la empresa Tuna Export PH Paladines de Manta, que realizaban jornadas de pesca

Instantes en que Enrique Intriago, capitán del barco, llegaba a la clínica del Sol, en Manta. Foto: Marcos Pin | El Telégrafo
Eran las 23:55  del martes pasado y en  el   buque pesquero “Tuna 1”  la   mayoría  de  la tripulación, conformada por 19 pescadores, dormía.  
La embarcación navegaba hacia una zona llamada “área de brisa”, donde acostumbran a realizar las faenas de pesca de atún.
Todo transcurría con normalidad, hasta que inesperadamente un movimiento  volvió todo un caos. Una  marejada   golpeaba  fuertemente el barco y  enseguida lo  volteó. “Dos olas gigantes, una tras otra,  nos golpearon. No duró ni un minuto. Toda  la gente salía corriendo y mientras corríamos el barco se iba llenando de agua. Cuando llegamos al puesto de mando ya estaba bastante inundado”, relató Jorge Parrales Chóez, de 27 años, uno de los 14 sobrevivientes del naufragio  registrado   a 200 millas náuticas de  Galápagos. “Pensaba que no iba a sobrevivir, el barco zozobró  en cuestión de segundos y no nos dio tiempo a nada. Todo era  caos y  confusión, parecía una película de terror”. 
El hombre, quien  llevaba más de un año  trabajando en esa embarcación, narró que cuando “el barco se viró, se apagaron las luces”   y la ausencia de la luna conspiró para que las tinieblas se apoderen del lugar.  Por su  mente  -dijo- solo pasaban  las imágenes de  su esposa e hijos, de 4 y 7 años de edad, mientras nadaba en el  agitado mar.
Su evidente contextura atlética lo  ayudó  a  sacar fuerzas de flaqueza    y así,   en medio de la oscuridad, logró  alcanzar una  panga  (lancha artesanal) y salvar su vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario