Hay un grupo de científicos norteamericanos que están jugando a ser Dios.
El Centro Safar para la Investigación en Resucitación está reviviendo a perros que han estado muertos clínicamente durante tres horas, la actividad respiratoria, cardiaca y cerebral se detiene. La técnica consiste en extraer la sangre y cambiarla por una solución salina casi helada, así los órganos están perfectamente conservados. Son estos momentos en los que hay que aprovechar para reparar la causa de la muerte por cirugía, para, luego, volver a reponer la sangre, darles oxígeno, y mediante descargas eléctricas, volver a poner a funcionar el corazón.
Estos científicos militares aseguran que dentro de un año se podrá experimentar en humanos, y que estos perros zombis no demuestran ningún daño cerebral.
Aunque a la ciencia nunca hay que frenarla, esto da auténtico miedo, si esto llega a ser posible en humanos.
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