jueves, 9 de mayo de 2013

La policía canadiense no logró identificar a los autores del ataque, que distribuyeron las fotos en internet


EFE / Toronto


El público canadiense está reaccionando con indignación ante la pasividad de las autoridades tras la muerte de una joven de 17 años que se suicidó tras ser violada y acosada posteriormente a través de internet por un grupo de jóvenes.

Amigos y familiares de Rehtaeh Parsons,, con su foto, en la vigilia por la joven. AP
Rehtaeh Parsons, una joven de 17 años de Cole Harbour, una pequeña localidad a unos 1.800 kilómetros al este de Toronto, murió el domingo de las heridas que sufrió al intentar suicidarse el 4 de marzo. La familia de Parsons denunció que la joven fue violada cuando tenía 15 años por un grupo de cuatro jóvenes. Pocos días después del ataque, alguien empezó a distribuir por internet una foto de la violación entre sus compañeros de colegio.
La policía nunca presentó cargos contra los jóvenes por falta de pruebas pero Parsons sufrió un constante acoso cibernético, desde proposiciones de relaciones sexuales con desconocidos hasta insultos, lo que le obligó a cambiar de colegio y la sumió en una profunda depresión.

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