“Las Calles de Portoviejo”, libro de Alfredo Cedeño

 La historia de las calles de Portoviejo ha sido compendiada en un libro de la

la autoría de Alfredo Cedeño Delgado-médico, poeta e historiador-, cuyo

lanzamiento será este jueves 27 de octubre, a las 20h00, en el salón

Francisco Pacheco de la Gobernación de Manabí.

El libro, editado por el Gobierno Municipal de Portoviejo como un aporte a

la historia de la ciudad, de la provincia y del país, recoge historias de
ilustres ciudadanos portovejenses y manabitas, cuyas vidas fueron ejemplo de
trabajo, de honestidad, de valor. Contadas de una manera sencilla y ágil,
con anécdotas que destacan las virtudes de estos ciudadanos, las historias
introducirán al lector en un mundo de sencillez y humildad, de sabiduría y
tesón, de compañerismo y vocación.
Las biografías de Wilfrido Loor Moreira, Constantino Mendoza Moreira,
Vicente Amador Flor, Miguel H. Alcívar, Verdi Cevallos Balda, Pedro Zambrano
Barcia, Absalón Tola Barcia, Jacinto Kon Loor, Manuel Andrade Ureta, Luis
Dueñas Vera, Alberto Molina, Flor Medranda de Chancay, Sebastián Guillem,
Homero Cevallos, Alejo Lascano, Horacio Hidrovo, Medardo Cevallos, Zenón
Sabando, Tiburcio Macías, Elìas Cedeño Jerves, entre otros ilustres
manabitas, se encuentran en este libro , junto con las de ciudadanos que
hicieron historia como Antonio Ricaurte, Mons. Federico González Suárez,
José Joaquín de Olmedo, Simón Bolívar, Antonio José de Sucre, Francisco
Pacheco, García Moreno, etc.
Como señala su autor, el libro muestra “porqué 55 personajes han merecido el
honor de ser considerados por el Municipio de Portoviejo para designar con
sus nombres alguna calle de la ciudad”.
Y agrega, como una explicación necesaria: “En 1884, el Gobierno nacional
ordenó que, de manera inexcusable, la Ilustre Municipalidad de Portoviejo
les diera nombres, de fechas gloriosas y de personajes célebres, a sus
calles. Hasta ese año las calles innominadas se identificaban por los
nombres de los vecinos que las habilitaban. El Municipio respondió poniendo
nombres a las 14 calles, que en ese entonces conformaban la malla urbana del
pueblo. Ninguno de esos nombres ilustres eran de portovejenses o manabitas;
y, de todos ellos, solo Pacheco había conocido y vivido en la ciudad.
La última ordenanza, poniendo nombre a las calles de un Portoviejo ya
crecido en población, es de fecha 3 de enero de 2003. Allí existen más de un
centenar de personajes que merecieron tal distinción. De ellos más de 95%
eran portovejenses de nacimiento o de elección. En el 2003, cuando fuimos a
revisar nuestra vida de ciudad, encontramos que ya teníamos personajes que
hicieran nuestra historia; ya teníamos “muertos ilustres” para arroparnos
con sus memorias; en fin, ya podíamos poner a nuestra patria pequeña en las
paredes”.