Destinadas al eviscerado de especies pelágicas pequeñas, ocho cabañas fueron arrasadas por la fuerza del aguaje que golpeó esta madrugada el balneario de Los Arenales de la parroquia Crucita, en Portoviejo.
José López, dirigente de los pescadores de la parroquia manabita, indicó que otras seis cabañas cedieron la a la fuerza del mar la madrugada del miércoles.
Melisendra Delgado, dueña de unas de las cabañas, indicó que desde hace tres años la situación ha sido similar, y ahora no sabe cómo conseguir recursos para levantar nuevamente el área en el que le daba trabajo a unas 20 personas.
Según Hilton Guanoluisa, pescador de la zona, construir una cabaña genera un egreso económico de entre 3.000 a 5.000 dólares.
Hasta el mediodía de este jueves, los dueños de las cabañas destruidas no tenían ninguna respuesta de autoridades, tal como lo aseveró Delgado. La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgo en Manabí no se había pronunciado sobre el problemas.
Fuente: El Universo
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