Anna Lamb-Creasey buscó durante semanas a su hijo Rickie, de 30 años, que desapareció sin dejar rastro el pasado 25 de enero. La mujer llamó a hospitales y a cárceles y llegó a publicar mensajes en la página de Facebookdel joven preguntándole dónde estaba y si se encontraba bien, según informa ’The Atlanta Journal’.
Pero lo que no se podía imaginar es que un extraño mensaje que albergaba su bandeja de mensajes de destinatario desconocido en Facebook le esperaría con la peor noticia de su vida. Bajo el perfil de ‘Misty Hancock’ la policía del condado de Clayton (sin identificarse como la policía) le había remitido un mensaje para decirle que se pusiera en contacto con ellos, pero al no ser este emisor su “amigo en Facebook” el mensaje le pasó completamente desapercibido durante varias semanas. “Pensé que era falso”, dijo la mujer, que aseguró que también había recibido el mensaje su hija. Así, 20 días después de la desaparición de Rickie la mujer decidió llamar al teléfono que le indicaban y fue cuando le comunicaron que su hijo había sido atropellado mientras cruzaba la calle el pasado 24 de enero.
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