(SERPRES).-A pesar de que en julio del presente año el Servicio Integrado de Seguridad ECU-911 reportó una significativa disminución -con respecto al mes anterior- de las llamadas malintencionadas a escala nacional, su uso aún prevalece sobre las llamadas normales o efectivas, lo que ocasiona una reducción del nivel de efectividad, pues motiva que el operador pierda tiempo cumpliendo algunos procedimientos para verificar su real motivación y origen.
Según el registro en alusión, en junio, a escala nacional, se reportaron 606.808 llamadas falsas, mientras que el mes siguiente la cifra bajó a 534.448, es decir, 72.360 llamadas falsas menos, equivalente a una reducción del 11,92%.
En total, de enero a julio de este año se han registrado 4’931.329 llamadas malintencionadas al ECU-911 a nivel nacional, lo que ha motivado que se gestione ante la Superintendencia de Telecomunicaciones (Supertel) la sanción de 264.742 líneas telefónicas.
El castigo es la suspensión por 30 días de la línea, en la que únicamente se pueden recibir llamadas. En el caso de reincidencia, la pena es de 90 días y, si insisten en utilizar mal el servicio, se contempla la suspensión definitiva.
Fuente: El Telégrafo
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