Los sobrevivientes del tifón que arrasó el centro de Filipinas y que se estima dejó unos 10.000 muertos pedían ayuda y buscaban alimentos, agua y medicinas el lunes, mientras los rescatistas tenían dificultades para llegar a las víctimas en zonas aisladas por el agua.
Miles de personas afectadas por el tifón Haiyan transitan este lunes por las carreteras de la isla de Leyte en busca de alimento y agua, tres días después de que el fenómeno meteorológico arrasara las provincias centrales de Filipinas.
El gobierno provincial ha arrojado sacas de arroz de 50 kilos en los laterales de las calzadas, donde imperaba la ley de la fuerza ante la falta de presencia de las fuerzas del orden.
Los equipos de limpieza también llegaron a la zona para apartar los amasijos de cables, árboles caídos y toneladas de escombros procedentes de antiguas casas y otros edificios, que bloquean el transito rodado y la llegada de ayuda a las zonas más aisladas.
Fuente: El Universo
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