Desde las 06:00 se empieza a formar una fila de tráileres, camiones y camionetas provenientes de distintas provincias del país. Se ubican a los costados del paso lateral de Nobol, sobre todo en un área adyacente al redondel que conecta con la vía a Manabí.
Los atrae la mezcla de aromas culinarios de una variedad de platos que ofrecen unos diez comedores. Cinco se establecieron hace más de dos décadas y cinco más se sumaron en los últimos dos años y están a pocos metros de distancia.
Miriam Delgado, de 53 años, fue la primera que se asentó en esta vía con su sazón noboleña, en el Comedor de Miriam. Empezó hace 26 años, en una pequeña cabaña y preparando solo diez platos. Por la aceptación de los viajeros fue incrementando su producción.
Hoy ella vende unos 300 platos, entre desayunos y almuerzos, en su local. Los más pedidos son la guatita, los secos de pollo y de chancho, el estofado de pescado y las tradicionales humitas.
Estás últimas llegan hasta Estados Unidos. “Es un orgullo saber que mis humitas se disfrutan allá. Vienen algunas familias a comprar 20, 30 y hasta 50 humitas para enviarlas”, dice.
Fuente: El Universo
No hay comentarios:
Publicar un comentario