Ofrecen ver el futuro y arreglar la vida de los pobres incautos que contactan con ellos con la ayuda de una bola de cristal y una baraja de cartas. Su único objetivo, sacarles todo el dinero que pueden.
Los falsos videntes o tarotistas se han hecho con la noche en las parrillas televisivas de cadenas de todo tipo y el vacío legal que existe en el mundo de lo esotérico deja completamente desamparadas a las víctimas que acuden a ellos.
Antes lo que más les importaba era mantener una llamada en esperacuanto más tiempo mejor, ya que el coste era por la duración de la misma. Así, mientras retenían decenas de ellas con un disco que prometía a las víctimas de su fraude que iban a entrar en directo con el tarotista 'estrella' de turno, el presentador seguía diciendo en antena que no había entrado ni una llamada. Se cuidaban muy mucho de cortar la espera justo a tiempo, antes de sobrepasar el tope de tiempo establecido por ley. Como ahora se tarifica por llamada, ya no importa tanto mantenerla mucho tiempo. Lo interesante es que entren cuantas más mejor.
Según el portavoz de la asociación de consumidores Facua, Rubén Sánchez, lo paradójico del tema es que estas líneas de tarificación adicional (800, 905...) han sido catalogadas por las autoridades como 'servicio de ocio', cuando eso no es así. "La gente que llama a estos videntes no lo hace para divertirse, ni mucho menos. Llama por una enfermedad o por cuestiones serias que tienen que ver con su pareja. Ellos se hacen pasar por adivinos y a lo mejor le dicen a una persona enferma de cáncer que su enfermedad no tiene importancia y ya por eso deja de ir al médico", advierte.
Por eso, lo que aconseja a las víctimas es que no llamen a estos programas fraudulentos y, si lo hacen y han sido timados, presenten una denuncia lo antes posible ante una asociación de consumidores
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Fuente: Que!
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