El llamado "rey de la canción mexicana", Vicente
Fernández, se irá de los escenarios sin despedirse de sus seguidores
ecuatorianos, o al menos no podrá hacerlo el 23 de septiembre, como
tenía previsto, debido a acusaciones de estafa en el concierto
respaldadas hoy por el Ministerio del Interior.
El Ministerio
alega que los organizadores del acto habían solicitado la emisión de
casi 26.100 entradas para el estadio Reales Tamarindos de Portoviejo,
donde debía celebrarse, mientras que su aforo es de un máximo de 20.000
personas, según su propietaria, la Federación Deportiva de Manabí.
Además,
los organizadores no probaron en los documentos presentados a las
autoridades ser representantes del cantante de rancheras, según explicó
el Ministerio en un comunicado.
Asimismo, la entidad les acusó de
cometer una infracción al ofrecer una botella de whiskey a las personas
que compraran la entrada más cara, de 200 dólares, dado que el concierto
sería un domingo, día en que en Ecuador está prohibido consumir y
vender alcohol.
"Se solicita a la ciudadanía abstenerse de comprar
boletos para este evento al tratarse, presumiblemente, de un delito de
estafa masiva", afirmó el Ministerio.
La Gobernadora de Manabí,
Susana Dueñas, canceló el acto el pasado viernes tras la apertura de una
investigación por parte de la Fiscalía.
En respuesta, Luis
Fernández, el organizador principal del concierto, afirmó en la prensa
local que había solicitado todos los permisos necesarios para su
realización y que por detrás de la investigación había presión de otras
ciudades ecuatorianas de mayor peso para que las rancheras sonaran allí,
y no en Portoviejo.
El Ministerio alega que los organizadores del acto habían solicitado la emisión de casi 26.100 entradas para el estadio Reales Tamarindos de Portoviejo, donde debía celebrarse, mientras que su aforo es de un máximo de 20.000 personas, según su propietaria, la Federación Deportiva de Manabí.
Además, los organizadores no probaron en los documentos presentados a las autoridades ser representantes del cantante de rancheras, según explicó el Ministerio en un comunicado.
Asimismo, la entidad les acusó de cometer una infracción al ofrecer una botella de whiskey a las personas que compraran la entrada más cara, de 200 dólares, dado que el concierto sería un domingo, día en que en Ecuador está prohibido consumir y vender alcohol.
"Se solicita a la ciudadanía abstenerse de comprar boletos para este evento al tratarse, presumiblemente, de un delito de estafa masiva", afirmó el Ministerio.
La Gobernadora de Manabí, Susana Dueñas, canceló el acto el pasado viernes tras la apertura de una investigación por parte de la Fiscalía.
En respuesta, Luis Fernández, el organizador principal del concierto, afirmó en la prensa local que había solicitado todos los permisos necesarios para su realización y que por detrás de la investigación había presión de otras ciudades ecuatorianas de mayor peso para que las rancheras sonaran allí, y no en Portoviejo.
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