La ciudad boliviana de Cochabamba es testigo de la lección de lealtad y perseverancia de un modesto perro mestizo, que desde hace cinco años espera en la esquina de una avenida de esa urbe a su amo fallecido en un accidente de tráfico.
Algunos lo llaman "Hachi", emulando al famoso perro japonés "Hachiko"; otros le dicen "Huachi" o "Huachito", pero lo cierto es que este can de color café ha conmovido a los vecinos y comerciantes establecidos en la avenida Papa Paulo, en la zona noreste de Cochabamba, que lo alimentan.
"Deben ser unos cinco años desde que falleció su dueño en un accidente de motocicleta. El perro venía por detrás y se quedó aquí desde entonces", dice a Efe Román Bilbao Luján, el propietario de una tienda de carnes y fiambres ubicada a unos metros del lugar donde "Hachi" perdió a su amo.
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