Carlos estaba malhumorado. A falta de dos días para la quincena, había perdido sus últimos 20 dólares. Al ir a comprar a un local de comidas rápidas en Guayaquil, la cajera le rompió su último billete en la cara.
“Señor, este billete es falsificado, lo tengo que romper”, dijo la empleada del local. El hombre trató de persuadirla, pero no logró su cometido, se quedó sin dinero.
El caso de Carlos es común, similar al de decenas de personas que han sido engañadas con billetes que a simple vista parecen reales, pero que en realidad son falsificados.
En Guayaquil, una banda dedicada a distribuir papel moneda falseado fue desarticulada la semana anterior. En el operativo realizado por denuncias de la ciudadanía a través de la línea 1800-DELITO (335486), los uniformados detuvieron a seis personas. En poder de los detenidos se encontraron 950 dólares falsificados en diferentes denominaciones, 9 celulares, un auto y diversos artículos de los cuales no supieron indicar su procedencia.
El dinero falsificado es puesto en circulación en el mercado ecuatoriano por medio de transacciones en tiendas y en pequeños negocios barriales. Además, ingresa al país por varias vías que son similares a las que emplean los narcotraficantes para movilizar la droga.
Uno de los modos es como mulas. Personas que ingieren cápsulas con billetes falsificados en su interior y pasan los controles sin ningún problema. Otro de los mecanismos empleados es una maleta con doble fondo. También se moviliza dinero falseado oculto en contenedores.
Fuente: El Telégrafo
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