Período de adaptación a tiempo completo para Miguel Calahorrano. Todo ha pasado muy rápido y él intenta asimilarlo “al trote”. Fue designado por el presidente Rafael Correa y por el canciller Ricardo Patiño para que deje la embajada en los Países Bajos y aterrice en Madrid para ocupar la legación diplomática en España.
Justamente en Madrid se encuentra el funcionario, ambientándose desde ya. Junto a la que será su antecesora (Aminta Buenaño), Calahorrano tiene largas jornadas de trabajo para conocer la situación de los ecuatorianos afectados por la crisis española. Está atento al tema de las hipotecas y de las altas tasas de desempleo, producto de una de las peores crisis que sufre Europa.
Fuente: El Telégrafo
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