En l Los Horconcitos (Vía San Vicente-La Margarita), la carretera nunca estuvo en tan mal estado.
Par a nadie es desconocido que la actual estación invernal está golpeando fuertemente al Litoral ecu ator toriano, y que una de las provincias azotadas por la rigurosidad e intensidad de las lluvias es la de Manabí. En nuestro cantón, sin que sea uno de los que claman por asistencia de parte de los orga ani nismos del Estado en pos de apoyo, en pro de los damnificados, hay urgencias que no podemos sup espeerar, como es el caso de Chone, Tosagua, Charapotó, en sus partes bajas. En algunos de ello s y conforme el testimonio de todos los medios escritos, radiales y televisivos, vemos escenas conmo vedoras y a veces inenarrables. El agua en forma inusitada tiene a la población sumergida.
Hagamos una breve reseña de nuestros peores males de la temporada por esto de las fortísimas lluvias que están cayendo por acá. Para comenzar hay que decir que la carretera San Vicente- Chone ha sufrido daños imposibles de magnificar en varios lugares; por ejemplo, a la altura de Los Horconcitos, literalmente la vía ha desaparecido; muchísimos carros se quedan atascados o entrampados, no permitiendo por lo tanto la circulación entre ambas poblaciones. Por allí llegó una máquina de Senagua en alguno de estos días, ayudando en algo a que se superara parcialmente el pro problema de circulación vehicular. Hasta el sitio arribaron dos delegadas del alcalde local, la ing eni María José Cevallos Pinto y la señora Mariana Carrasco, para dar fe de los acontecimientos de eso los momentos. Poco o nada pudieron hacer, como se comprenderá, salvo que con buena volun- nta tad se identificaron con los pesares de esas gentes que viven en las áreas rurales. Dicho sin la ma mayor exageración, los desastres en materia de vialidad son como para renegar, por lo menos, porque no nos queda otra alternativa. Y como seguramente habrá incrédulos, a ellos les invitamos ir a Portovelo, La Segua (correspondiente a Chone), o a la vía a San Isidro, para que comprueben en situ que la vialidad no es todos, desagraciadamente. Desen la molestia de visitar los barrios periféricos de Sa San Vicente y podrán comprobar que hay decenas de casas perjudicadas con la altura que han alc avanzado las aguas estancadas. Es como para decir, sálvee quien pueda.
A muy poca distancia, este vehículo estuvo a punto de ser sepultado si no era por la ayuda que prestaron los moradores.
E En esa carretera un grupo de jornaleros se dedicó a rescatar carros del fango. Y la verdad es que tuvieron bastante trabajo.
El tráfico se interrumpe con frecuencia en ese carretero. La gráfica recoge el momento en que la columna de automores que venían de Chone a San Vicente tiene que esperar que salgan aquellos que más adelante están atascados
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