Jorge Miranda desempolvó sus machetes y junto con sus hermanos se alistaron para limpiar la hectárea de su propiedad en la comuna Sancán, a 10 minutos de Jipijapa, Manabí.
Esta zona se caracteriza por la producción de centenares de quintales de gramínea. Los agricultores expresaron que las primeras lluvias fuertes del año les han traído esperanza para sus cultivos, pese a que en otros lugares han causado estragos.
Mirada señaló que el año pasado apenas cultivó unos 15 quintales, pues el invierno no fue tan benévolo, pero aseguró que las primeras lluvias caídas dan la señal de que en este 2014 la situación será distinta.
Por lo pronto, ya compró 150 mazorcas que le rendirán unas 80 libras de maíz, con lo que ubicará 3 granos por hoyo abierto. “Se le deja un espacio de 40 cm entre cada hoyo para que la planta desarrolle”, explicó el agricultor y aseguró que el quintal de maíz se vendió entre $ 12 y $ 15 el año pasado.
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