domingo, 16 de marzo de 2014

Alejandra Argudo, la Miss Ecuador que rompió en llanto ante su novio

La portovejense, quien tiene 21 años y estudia Psicología en Kansas, representará al país en el Miss Universo, que este año será en Brasil. Inés Panchana y Carla Prado irán a los concursos de Miss International y Miss Supranational.

Argudo tiene 21 años y es oriunda de Portoviejo. Foto: Karly Torres / El Telégrafo
Argudo tiene 21 años y es oriunda de Portoviejo. Foto: Karly Torres / El Telégrafo
Rafael Veintimilla / Guayaquil
Alejandra Argudo Intriago lucía serena mientras respondía las inquietudes de los periodistas, al menos hasta que alguien muy querido se le acercó. Y no eran sus padres, ni otros familiares. Era alguien más a quien conoció a miles de kilómetros lejos de su Ecuador, de su Portoviejo natal. Era José Carlos De las Fuentes, un banquero mexicano a quien se acercó hace más de seis meses en el país azteca mientras desfilaba una pasarela.
La recién electa Miss Ecuador 2014 estalló en llanto. Sus verdes ojos habían enrojecido por las lágrimas que caían sobre sus mejillas, mientras besaba los labios de José Carlos como si se tratara del final de una telenovela. Lo abrazaba y besaba, una y otra vez. Se calmó y desde ese momento aquel azteca se había convertido por unos minutos en el foco de atención.
La soberana manabita, que estudia Psicología en Kansas, Estados Unidos, se dio un fugaz respiro y se tomó fotos con su familia. Las luces del Teatro Centro Cívico estaban a punto de apagarse cerca de las diez de la noche, media hora después de que el conductor Roberto Angelelli pronunciara su nombre como la sucesora de la pichinchana Constanza Báez.
Segundos antes la esmeraldeña Inés Panchana había recibido la banda como Miss Ecuador Internacional. Las otras cuatro beldades que llegaron a la final del certamen fueron la peninsular Carla Prado, segunda finalista y Miss Ecuador Supranational; la quiteña Estéfany Londoño, tercera finalista; la también portovejense Dianela López, cuarta; y la guayaquileña Francis Caicedo, quinta.
"Cuando estaba en el escenario no me sentía una reina todavía. Competía con otras 19 candidatas con muchas aptitudes. Tenía que demostrar que también estaba apta. Pero no podía hacerlo sola y por eso me encomendé a Dios", respondió cuando apenas ganó le preguntaron acerca de la cláve de su éxito en el certamen.

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