Sambódromo. Una integrante de la escuela de samba Salgueiro.
La última comparsa del año atrajo a más de 500.000 personas
Cerca de medio millón de personas salieron ayer a las calles de Río de Janeiro para poner punto y final al carnaval al ritmo de la banda Monobloco y sus más de 200 percusionistas. A pesar de que el carnaval llegó oficialmente a su fin en la madrugada del Miércoles de Ceniza, miles de personas ocuparon este domingo cada centímetro de la céntrica avenida Río Branco para acompañar el último gran 'bloco' (comparsa) oficial de la mayor de las fiesta brasileñas.
El desfile de Monobloco, convertido ya en una tradición, viene repitiéndose desde hace 14 años, cuando el grupo salió por primera vez a las calles de la capital carioca. El repertorio ofrecido por la banda mezcló canciones de Amarantos con grandes éxitos de la música brasileña, pasando por la samba, el forró y el rock. Con desfiles o no, las cientos de miles de personas que se dieron cita en el centro de Río acompañaron durante cerca de dos kilómetros a los 220 percusionistas que tocaron sin parar.
Tras cerca de cuatro horas de diversión, el desfile concluyó sin incidentes graves, aunque hubo una pequeña confusión cuando un grupo saltó la cuerda que separa a los músicos del resto de público.
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