César Augusto Dávalos Herrera se afincó en Manta desde temprana edad y desde esta ciudad trabajó con dedicación
y esmero por el adelanto general de la provincia de Manabí, y por ende del Ecuador.
Fue un sembrador de ideas y suscitador
de iniciativas públicas, motivadas por sus vastos conocimientos
adquiridos a través de la lectura infatigable, sumergido en la
soledad de su despacho profesional o en el rincón íntimo de su
hogar. Sus inquietudes iban más allá de las fronteras nacionales,
interesado siempre en los sucesos del mundo y en cómo corregir lo
que él consideraba error.
Fue presentador de noticias en
Telecuador de Manta, hasta su cierre definitivo. Fundó su propia revista
impresa a la que llamó Tea y dirigió por muchos años, hasta
que la cerró por limitaciones financieras. Fundó también la Gaceta
Municipal de Manta.
Era una persona sosegada, afable,
amistosa. Pero tuvo un defecto que minó su resistencia y lo alejó poco a
poco del mundo periodístico: su gusto desmedido por el
licor, que
en un lapso muy largo le causó serios
problemas a su salud y la familia. Afortunadamente superó esa adicción,
pero cuando ya era demasiado tarde para retomar su
destacada carrera de profesional competente.
Estuvo casado con Mariana Moreira Dávalos, de cuya unión llegaron los hijos: César Augusto, José
Vicente, María Lorena y Marcelo Fabián Dávalos Moreira. También es hija suya Rosa de Mera. Sus hermanos: José,
Fernando, Marcelo, Sonia y Mario.
El funeral tuvo lugar en el camposanto Jardines del Edén, en Manta, desde las 14h00 del día jueves 27 de diciembre.
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