jueves, 10 de enero de 2013

La espada de Alfaro recupera su esplendor

El restaurador Ramiro Endara Martinez durante el proceso de  conservciòn de la Espada de Eloy Alfaro
El 28 de Enero de 2012 reaparecieron las piezas más emblemáticas de la Revolución Alfarista Radical que se produjo en Ecuador entre 1895 y 1912, las mismas que constituyen un referente de la lucha popular y de la historia política del Ecuador.
Los sables de Eloy Alfaro Delgado, máximo líder de la Revolución Radical, y de Pedro J. Montero, permanecieron en manos de uno de los miembros de la familia Alfaro y luego estuvieron en el Municipio de Guayaquil.En tiempos en los que la sociedad ecuatoriana mostraba de diferentes maneras su descontento frente a la existencia de una sociedad desigual y a gobiernos que habían traicionado los principios humanistas de la Revolución Alfarista. El Colectivo Alfaro Vive Carajo, en respuesta a esta histórica injusticia, tomó los sables de Alfaro y Montero en 1983 y los conservaron en un lugar desconocido.


El Colectivo Alfaro Vive Carajo, declaró en 2012 que reconocía la existencia de un nuevo proceso de cambio que respondía a los intereses del pueblo y entregaban las dos piezas emblemáticas al Gobierno. El Presidente de la República, Ec. Rafael Correa los recibió en la ceremonia del 28 de Enero con la cual se recordaba el centenario de la “Hoguera Bárbara”, hecho execrable en el cual había sido asesinado Alfaro y varios radicales en el año de 1912. El acto se realizó en el Centro Cívico Ciudad Alfaro, situado en Montecristi, Manabí.
Empezaba ahora la historia de protección, restauración, y ciudadanización de la emblemática pieza patrimonial, que se uniría a la colección de bienes pertenecientes a Eloy Alfaro, los mismos que reposan en el Centro Cívico Ciudad Alfaro, hasta donde llegan miles de Ecuatorianos para mirar su bastón, el tren de oro en miniatura, el traje de masón, el traje de civil, la espada y los sables
EL PROCESO DE RESTAURACION

El sable de Eloy Alfaro, bien simbólico de la Revolución Alfarista, se encuentra en Ciudad Alfaro para disfrute patrimonial de los ecuatorianos.

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