Algo nunca visto y extraño para los lugareños y turistas del balneario
de San Andrés de Canoa se vivió el martes pasado, cuando unas 250
tortugas marinas, aproximadamente, debieron ser devueltas al mar, ya que
merodeaban por la playa y la vía principal. Esto motivó que los
ciudadanos comunicaran inmediatamente el particular a la Capitanía del
Puerto de Bahía de Caráquez; mientras tanto algunas personas se habían
apoderado de varias unidades, posiblemente con fines de negociarlas.
Al informarse de esto, técnicos de la Unidad Ejecutora de Control Ambiental de Manabí, junto a personal de la Capitanía del Puerto procedieron, inicialmente a rescatar las tortugas de las personas que se habían apropiado de ellas. Según opinaba un biólogo, al parecer las tortugas habían desovado y se desorientaron, buscando un lugar donde refugiarse. Los encargados del rescate procedieron a contabilizar el número de ejemplares recuperados, identificar el sitio de anidación y luego devolverlos al mar.
Al término de la tarea, el biólogo Ronald Zambrano y los miembros de la Capitanía del Puerto establecieron un compromiso con los dueños de restaurantes, cabañas y hoteles que están en la orilla del balneario de Canoa, para que cuando vean este fenómeno den inmediato aviso en caso de que se produzca una nueva eclosión, para que las tortugas sean devueltas al mar.
Al informarse de esto, técnicos de la Unidad Ejecutora de Control Ambiental de Manabí, junto a personal de la Capitanía del Puerto procedieron, inicialmente a rescatar las tortugas de las personas que se habían apropiado de ellas. Según opinaba un biólogo, al parecer las tortugas habían desovado y se desorientaron, buscando un lugar donde refugiarse. Los encargados del rescate procedieron a contabilizar el número de ejemplares recuperados, identificar el sitio de anidación y luego devolverlos al mar.
Al término de la tarea, el biólogo Ronald Zambrano y los miembros de la Capitanía del Puerto establecieron un compromiso con los dueños de restaurantes, cabañas y hoteles que están en la orilla del balneario de Canoa, para que cuando vean este fenómeno den inmediato aviso en caso de que se produzca una nueva eclosión, para que las tortugas sean devueltas al mar.
Las tortugas saliendo con dirección a la playa.
Al momento en que iban a ser devueltas al mar.
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