60 familias evacuadas y varias casas destruidas. Autoridades de Gestión de Riesgos dicen que los caudales de los ríos vuelven a su normalidad.
En Pedernales, el invierno ha traído mucho malestar entre sus habitantes.
Las recientes lluvias caídas entre la tarde y noche del miércoles y madrugada del jueves causaron daños en los cantones Manta, Chone, Pedernales, Jama, Tosagua, Jipijapa y Flavio Alfaro. Varias viviendas fueron afectadas y 60 familias tuvieron que ser evacuadas.
En Chone la situación está siendo controlada por los organismos de socorro, después que los ríos Mosquito, Chone, Grande y Garrapata se desborden y destruyan varias viviendas. Así lo confirmó el alcalde de ese cantón, Ítalo Colamarco, presidente del Comité de Operaciones Emergentes (COE), quien además sumó los sectores Sixto Durán, Chequelandia, Badel, El Mate y Guayabal, como otros de los afectados.
En Manta, luego que la ciudad soportó cerca de 4 horas de un torrencial aguacero, los habitantes de los barrios El Jocay, Las Cumbres y Miraflores se alarmaron y se levantaron de sus camas, ya que por estos sectores se encuentra el canal del río Burro, que amenazaba con desbordarse, pero luego llegó a su estado normal.
En la capital manabita, algunas viviendas que están ubicadas cerca del río Portoviejo han resultado con los pisos y paredes cuarteados, debido al deslizamiento de tierra por la fuerte corriente de afluente.
Los aguaceros en Flavio Alfaro provocaron el deslizamiento de las quebradas y que el lodo ingrese al centro de la ciudad.
En Pedernales, 30 familias están entre los damnificados y pertenecen a los sitios Pambilar, Veche, Machete y Cheve. En este último lugar, Santo Castro Ferrín, de 54 años, fue arrastrado por la corriente cuando iba en su caballo y murió ahogado. Su cuerpo se halló el miércoles en horas de la tarde.
A pesar de lo ocurrido, estos cantones no han sido declarados en emergencia. Los alcaldes de Pedernales y Chone continúan trabajando en evacuaciones.
Julio Villavicencio, encargado de la Subsecretaría de Riesgos de Manabí, declaró que la situación está controlada, los caudales de los ríos siguen su curso normal y que las represas La Esperanza y Poza Honda continúan bajando de manera normal.
Fuente: El Extra
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