El campamento de la empresa china Tiesijú-Manabí se convirtió en su trinchera. Desde ahí el contratista Derwin Vélez emprende una protesta contra esa firma.
En las últimas dos semanas se lo ha visto sentado en el suelo, en espera de una audiencia que no llega. Hace hace tres años, él firmó un contrato para instalar el sistema eléctrico del campamento, desde donde iba a coordinarse el proyecto Multipropósito Chone.
La firma china se comprometió a pagar el 50% del valor total de la obra que era de USD 1 millón como adelanto y el resto al finalizar el trabajo. Pero según Vélez, la segunda parte no llegó. "El trabajo se culminó hace un año y he solicitado los USD 500 000 para pagar proveedores, pero nada". La desesperación de Vélez y otros cuatro contratistas aumentó cuando conocieron que la Secretaría Nacional del Agua (Senagua) cesó unilateralmente el contrato con la empresa por supuesto incumplimiento, el 31 de mayo pasado.
"En un principio pensamos adueñarnos de las máquinas del campamento, pero Senagua lo hizo antes". Esto último como garantía, porque según Wilson Mendoza, subsecretario de Senagua, la empresa china debe pagar cerca de USD 18 millones de multa. Tenía a cargo la construcción de una represa en el sector Río Grande y el canal de desagüe San Antonio, para evitar que Chone se inunde en cada invierno. Los cinco contratistas que colaboraron con la firma y aún no reciben su pago hacen guardia para hablar con los empresarios chinos fuera del campamento, pero sin éxito.
"Al no dominar el idioma no podemos comunicarnos y solo hay un traductor", dice Vélez. Maximiliano Hidalgo, gerente ecuatoriano del Consorcio Tiesijú, dijo desde Quito que no se podrá cumplir con las deudas con ellos hasta que Senagua pague por las obras que se hicieron en Chone.
Él dice que se avanzó en un 60%. "Desde enero no hemos recibido un centavo por parte de Senagua y por ello no hemos podido pagar. Lo que hizo Senagua fue retener valores para justificar sus errores administrativos.
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