Un grupo de amigos decidió que era un buen momento para sacar a su mascota a pasear, se la echaron al hombro y bajaron a la calle. Necesitaron de cuatro personas para moverla, pues se trataba de una pitón de unos cien kilos y cinco metros de longitud. Fue en Gijón, y la trasladaron hasta un parque cercano.
La pitón se llama Tundra, es un macho de 18 años, y vive en un piso. Fue comprada en el zoológico de Barcelona.La mantienen en el pasillo de la vivienda, eso sí, por las noches cierran las puertas del dormitorio. Ahora vemos claro el porqué del paseo hasta el parque. La serpiente come dos conejos cada mes.
El dueño de la serpiente, y sus amigos, vieron de lo más natural grabar un vídeo. La grabación corre por las redes sociales y por internet, incluso por los servicios informativos televisivos. Con esto, se arriesgan a una multa de hasta dos mil euros. Y, personalmente, creo que no tardarán en quitarle la pitón a su dueño, debido al espacio reducido donde vive, y ajeno a todo elemento natural. Aunque su dueño afirma que tiene todos los papeles en regla.
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