Recuperación de su hijo Édison fue el ‘mejor regalo’ para Vilma Pineda
En la puerta de la habitación de Édison Cosíos, el estudiante del colegio Mejía que fue impactado por una bomba lacrimógena en el 2011, cuelga un adorno que dice “Feliz Navidad”.
En una mesita de noche su madre, Vilma Pineda, ha colocado un pequeño árbol de Navidad y unas cajitas con vistosos colores, empacadas como para regalo. De esta forma la familia Cosíos-Pineda trata de hacer sentir a su hijo lo especial de estas fechas.
Pero Vilma reconoce que desde que Édison sufrió el accidente muchas cosas han cambiado. “El cuidado permanente de mi hijo no cambia sea Navidad o Año Nuevo... Y eso de estar preocupada de qué comprar o cuál será la cena se acabó en esta casa”.
El 15 de septiembre del 2011, Édison participaba de una manifestación y fue alcanzado por una bomba lacrimógena que le destrozó más del 60% de su cerebro. Los médicos lo enviaron a casa en estado vegetativo, sin esperanzas de que se recuperara. Sin embargo, a mediados de este año, el chico empezó a responder a estímulos, moviendo sus ojos y su boca, algo que para muchos es un milagro inexplicable.
Para Vilma y su esposo Manuel, este es el regalo de Navidad que recibieron en el 2013. “En las últimas semanas está moviendo con más rapidez su brazo derecho y sus dedos”, explica la madre.
Fuente: El Universo
No hay comentarios:
Publicar un comentario