El Ministerio del Interior informó que la organización, en la que están involucrados empleados de dos notarías locales, reclutaba ecuatorianos de bajos recursos económicos y les daban dinero para que prestaran su identidad, firmaran y facilitaran cartas de invitación a ciudadanos cubanos, con lo que podían ingresar a Ecuador.
Todo indica que la red cobraba entre 800 y 1.000 dólares a los extranjeros, quienes los contactaban en su propio país para planificar el viaje irregular.
Fuente: El Telégrafo
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