Su carisma y picardía con los que se ganó el cariño de la hinchada de Barcelona aún son recordados a 20 años de su partida. El nombre de Carlos Muñoz Martínez sigue vivo en las mentes y corazones de los aficionados que gritaron y celebraron sus anotaciones a nivel nacional e internacional.
Conocido como el Frentón, Muñoz llegó al cuadro amarillo en 1990 procedente del club Filanbanco y en poco tiempo se convirtió en uno de sus ídolos.
En 1991 logró alzar el título del torneo nacional y en 1993 deleitó a la afición amarilla con una acrobática jugada que terminó con un golazo en un partido por la Copa Libertadores que Barcelona perdió 3-1 ante la Universidad Católica de Chile; no importó el resultado, porque con esa acción Muñoz se llevó los aplausos.
En ese año, la madrugada del 26 de diciembre, el goleador viajó hacia el balneario General Villamil Playas y en el trayecto sufrió un accidente de tránsito que le quitó la vida.
La hinchada siempre lo recuerda por su pique, su gambeta y sus goles que en cada encuentro ayudaron a Barcelona a ganar en Guayaquil u otra ciudad del país.
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