Aunque son los superhéroes, futbolistas, monstruos y artistas los que copan la oferta de monigotes para despedir el 2013, la representación de políticos se mantiene por el nicho de compradores que los prefieren al momento de escoger a quién ‘quemar’ para recibir el año nuevo.
Sus fabricantes y vendedores comentan que en estas fiestas, a diferencia de otras, hay menos oferta de este tipo porque “la gente ya no los pide”.
En un recorrido efectuado por este Diario se pudo observar que hay pocas opciones de políticos en los lugares de Guayaquil donde tradicionalmente se expenden años viejos.
Y los que más se exhiben son el presidente Rafael Correa y el alcalde Jaime Nebot.
Este año Jesús Molina, quien tiene un puesto en la calle 6 de Marzo y Calicuchima (centro-sur), solo confeccionó al primero porque, cuenta, es más demandado que el segundo.
Elaboró cinco monigotes de Correa de 2,5 metros; y una de sus creaciones luce el uniforme de Emelec, equipo que ganó el campeonato local y del cual el mandatario es fanático.
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