Sigifredo Dante Reyes Moreno fue conocido por la venta del Reloj del Malecón de Guayaquil a una pareja de europeos que creyeron en su “cuento”.
El “Cuentero de Muisne” falleció a los 74 años, en el hospital Eugenio Espejo. Foto: John Guevara | El Telégrafo
Sigifredo Dante Reyes Moreno o también conocido como el ‘Cuentero de Muisne’ falleció el domingo pasado y su cadáver permanece en la morgue de la Policía Nacional, en Quito, sin que ningún familiar se acerque a retirar los restos mortuorios para su sepultura.
La muerte de Reyes se dio a las 36 horas de la intervención quirúrgica que se realizó el viernes, por una complicación cardíaca. La operación se cumplió por un cambio de válvula, ya que sufría un aneurisma en la aorta ascendente, más una insuficiencia severa en esa arteria, según explicó Lenin Mantilla, director médico asistencial del hospital Eugenio Espejo.
Reyes permaneció internado desde el pasado 18 de noviembre en esta casa de salud y tras estabilizar su cuadro clínico, ya que además de la enfermedad que padecía también tenía la presión arterial alta, lo que complicó aún más su situación.
Dante Reyes cumplía, desde el 2004, una condena de 25 años en el expenal García Moreno, por el delito de asesinato, tras robar un carro y matar a su dueño.
Registró más 19 fugas de las cárceles del país y en ninguna utilizó la fuerza para escapar.El “Cuentero de Muisne”, de 74 años, saltó a la fama en la década de los ochenta por delitos de estafa; entre ellos, se le atribuye haber vendido el Reloj del Malecón de Guayaquil a una pareja de suizos en 1980, en 160 mil sucres.
Esta no fue la única hazaña. El “Cuentero de Muisne” se hizo pasar por el hijo del entonces presidente de Costa Rica, José Joaquín Trejos, cuando en Ecuador era presidente Otto Arosemena. Con esa falsa identidad se alojó en un prestigioso hotel de Guayaquil y disfrutó, por algunos días, de ciertos privilegios, sin pagar un centavo.
En algunas entrevistas realizadas años atrás, Reyes confesó que se fugó más de 19 veces de las cárceles del país y en ninguna de ellas utilizó la fuerza, sino solo su inventiva para planear su escape.
“¿Qué culpa tengo que me hayan creído?”, decía Reyes cuando le cuestionaban sobre las continuas estafas que realizó en todo el país.
Dante Reyes nació en Muisne y pasó 23 de sus 74 años de vida en distintos centros de rehabilitación social del país.
Fuente: El Telégrafo
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