EFE
(SERPRES).-El gesto sin precedentes entre los líderes de dos naciones en conflicto durante décadas tuvo lugar cuando el presidente de EE.UU. se dirigía hacia el estrado, en el estadio FNB de Johannesburgo, desde el cual se dirigió a los miles de sudafricanos presentes en la ceremonia.
El presidente de Cuba, que mostró una sonrisa al estrechar la mano de Obama, también tenía previsto intervenir con una alocución durante el evento que se celebra bajo una intensa lluvia en el célebre barrio de Soweto, en Johannesburgo.
Cerca de un centenar de mandatarios de todo el mundo asisten al oficio religioso, que se prevé que dure unas cuatro horas y que podría convertirse en uno de los más multitudinarios de la historia.
Fuente: El Extra
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