Con un pequeño puesto de madera y las ganas de superarse comenzó la historia de Eugenio Fernández, propietario de la avícola y supermercado Fernández. A los 19 años, este empresario ubicó una pequeña carnicería en la ciudadela Bellavista, en el norte de la urbe, por recomendación de un familiar.
“Yo vine de Quevedo a buscar trabajo, pero no encontré. Esa necesidad que yo estaba viviendo en Mapasingue con mis tíos me motivó para trabajar”, explica Fernández, de 42 años.
Luego de un año y con el deseo de superarse dejó Bellavista y se trasladó hasta Pedro Pablo Gómez y Los Ríos. Allí estableció una carnicería más formal, en un local. En esa esquina encontró el despegue comercial que nunca se imaginó tener.
“En la Pedro Pablo Gómez había cientos de tercenas. Yo comencé a vender carne en vitrinas, de manera aseada y fileteada”, recuerda.
Con el paso de los años, el negocio creció y ahí vio una oportunidad para instalar una avícola en la vía a la costa. “En los años 97 y 98 entraba mucho producto importado. Compré unos terrenos y en el 2000 inicié la producción de pollos (en la vía a la costa)”, dice.
Fuente: El Uiverso
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